París 2024: acusaciones de racismo y misoginia crean una crisis interna en la empresa de las obras olímpicas

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Insultos contra los gitanos, prejuicios contra los habitantes de Seine-Saint-Denis, comportamientos sexistas... Nuestra investigación revela graves y repetidas disfunciones en Solideo, la empresa pública encargada de la construcción de las instalaciones olímpicas. Tras el envío de nuestras preguntas, tres empleados fueron suspendidos y se realizó una auditoría. Las alertas internas, que llegaron hasta el gabinete de Anne Hidalgo, no habían causado mucho revuelo hasta ahora.

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Inclusión, apertura hacia los demás y tolerancia. Estos son los valores que transmiten los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París (JOP) de 2024, según los dos principales valedores del acontecimiento deportivo, el tricampeón olímpico Tony Estanguet, jefe del comité organizador, y la alcaldesa socialista de París, Anne Hidalgo.

Claro que, detrás de esta cara amable, la realidad parece brutal. Según informaciones a las que ha tenido acceso Mediapart, una de las empresas clave para el éxito de los Juegos se enfrenta desde hace meses a graves disfunciones internas, teñidas de acusaciones de racismo, sexismo y homofobia.

Solideo no es la más conocida de las herramientas en las que se apoya el Estado en su frenética carrera por tener todo listo para recibir a atletas y espectadores en el verano de 2024. Este establecimiento público de ordenación, creado especialmente para la ocasión, es sin embargo una piedra angular del proyecto, ya que se encarga de pilotar la construcción de las instalaciones olímpicas (piscinas, villas olímpicas...), principalmente en Seine-Saint-Denis, uno de los departamentos más pobres de Francia, donde tendrá lugar el acontecimiento mundial.

Solideo, que actualmente emplea a más de un centenar de personas, trabaja bajo el estrecho control del Estado, a través de su delegado interministerial para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos (Dijop). Su presidenta es Anne Hidalgo, alcaldesa de París, lo que no ha impedido que se repitan comentarios y comportamientos discriminatorios durante casi tres años, tal y como hemos podido saber gracias a los testimonios y documentos recabados.

Interrogada por Mediapart, la empresa Solideo no niega el problema. Al contrario, indica que los « comentarios incalificables denunciados por Mediapart no tienen cabida en el organismo ». Aunque ya tenía conocimiento de gran parte de nuestras informaciones, Solideo anuncia, en respuesta a nuestras preguntas, que está realizando una « investigación interna », encargada a un « deontólogo externo », para « valorar la veracidad de los nuevos hechos denunciados ».

A la luz de las conclusiones de esta auditoría, « se tomarán las medidas individuales pertinentes y se extraerán lecciones para seguir reforzando el sistema », añade Solideo. Mientras tanto, « se han tomado medidas cautelares y suspendido a tres empleados ».

El Ayuntamiento de París, cuyo gabinete se encuentra al tanto de ciertos comportamientos, está siguiendo la causa. También el gabinete del primer ministro (antes de ser designado para este cargo, Jean Castex era el delegado interministerial para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos).

Nicolas Ferrand, director general ejecutivo de Solideo, en la presentación de la maqueta de la villa olímpica en noviembre de 2019. © Stéphane DE SAKUTIN/AFP Nicolas Ferrand, director general ejecutivo de Solideo, en la presentación de la maqueta de la villa olímpica en noviembre de 2019. © Stéphane DE SAKUTIN/AFP

Los problemas internos se localizan principalmente en la Drics, el departamento de relaciones institucionales, comunicación y seguridad de Solideo, aunque inevitablemente han tenido un impacto en el resto de los equipos. Sobre todo porque todos trabajaban en el mismo espacio abierto hasta mediados de 2019.

« Todo el mundo, internamente, ha oído hablar, a la fuerza, de estos comentarios dirigidos contra las poblaciones racializadas, las mujeres y sobre una determinada visión de Seine-Saint-Denis », se lamenta un antiguo empleado, que pide permanecer en el anonimato. « Se hacían chistes sobre gays, negros, árabes y mujeres continuamente », añade otro.

Varios testigos declaran, por ejemplo, que escucharon las siguientes frases pronunciadas por un pequeño grupo de responsables: « ¿Qué vamos a hacer para ayudar a los negros de Seine-Saint-Denis? », o, sobre la ministra de Deportes Roxana Maracineanu (antigua campeona de natación): « El cloro de las piscinas le afectó al cerebro ». Solideo no ha querido precisar si los responsables niegan haber hecho estos comentarios. Contactados, los empleados en el punto de mira no han respondido.

En enero de 2019, un seminario de empresa de tres días celebrado en Valmorel (Saboya) –sorprendentemente organizado en chalets alquilados a la familia de uno de los dos CGefi (interventores) para garantizar el buen funcionamiento del organismo– supuso un punto de inflexión en el seno de Solideo.

Algunos de los 50 empleados que participaron regresaron a París estupefactos por las « bromas », que consideran fuera de lugar, pronunciadas por el jefe de relaciones institucionales de Solideo, Benoît Piguet, un funcionario que ha trabajado, sobre todo, con el actual prefecto de policía de París, Didier Lallement.

Dos miembros de Solideo acuden entonces al director ejecutivo de Solideo, Nicolas Ferrand, que ya había advertido a sus equipos cuando Piguet se unió al proyecto, en abril de 2018: « Benoît, tiene un carácter peculiar. Si se pasa mucho, decídmelo sin problema ». En enero de 2019, después del seminario, Ferrand responde a los dos empleados que « le dirá a Benoît que se calme ».

Tras una reunión del CSE (comité social y económico, que cuenta con representantes de personal y de la dirección), el director general también reafirma, con su secretario general, en términos muy generales, que no toleran ningún comentario discriminatorio en la empresa. Contactado por Mediapart, Benoît Piguet no respondió a nuestra solicitud de entrevista. Solideo, también preguntada sobre la gestión de este episodio, ha contestado con evasivas.

El organismo público se limitó a decir, sin entrar en detalles, que « en el pasado, algunos de los comentarios denunciados por Mediapart ya habían sido puestos en conocimiento de la Dirección General ». En cada ocasión, Solideo « optó por dar ejemplo informando, previniendo y sancionando ». Así, indica que ya ha impuesto, « en cumplimiento con los derechos de los trabajadores », « sanciones disciplinarias » y « llamadas al orden ». En 2018, la empresa ya renunció a contratar a alguien en el servicio informático, que empleaba una expresión muy despectiva (niakoué) para referirse a las personas de Asia oriental.

Lugar de la futura villa olímpica, en Saint-Ouen, en febrero de 2021. © JL Lugar de la futura villa olímpica, en Saint-Ouen, en febrero de 2021. © JL

Tras el seminario de Valmorel, el ambiente se calmó algo internamente, según varios testigos. Solideo también se traslada a unas nuevas instalaciones, donde los empleados ya no trabajan juntos en el mismo espacio abierto. La Drics tiene en lo sucesivo su propio espacio. Así se reduce la difusión de « bromas » impuestas al grupo, « aunque todavía tuvimos que aguantar al menos una a la semana », según señala un empleado de otro departamento.

Antes, el tema de la mudanza dio lugar a nuevas tensiones internas. Cuando se puso sobre la mesa la posibilidad de trasladarse al distrito 93, un responsable espetó, según varios testigos: « No vamos a ir a Seine-Saint-Denis. Las mujeres no podrán volver a casa por la noche sin correr el riesgo de ser violadas ». De hecho, la institución pública continúa en París, sin llegar a salir a la periferia, a diferencia del comité organizador (Cojo), que optó por instalarse en Saint-Denis.

El desprecio hacia Seine-Saint-Denis alcanza tales niveles que a veces surge en las declaraciones públicas. Como el 15 de octubre de 2020, cuando el director general Nicolas Ferrand explicó en rueda de prensa que si se abandonan las obras del intercambiador de la A86 en el barrio de Pleyel, « sería un tema complicado de tratar con París 2024 ». Los vecinos de la zona y la asociación de padres FCPE 93 han llevado a los tribunales la construcción de esta infraestructura viaria porque, de llevarse a cabo, un enlace con la autopista pasaría a pocos metros de un grupo escolar de 700 alumnos.

Ante los periodistas, Ferrand añade que hay que distinguir entre una cuestión de « eficacia », para que « el atleta llegue a tiempo a su competición » y « una cuestión de seguridad para las delegaciones que están muy expuestas (estadounidenses, israelíes) y por lo tanto no se trata de tener un convoy que se pare en un semáforo en rojo ». Como si la protección de los deportistas tuviera prioridad sobre las necesidades de los habitantes y como si estos últimos fueran una amenaza para los atletas. Temor interno: « Hay un efecto de grupo entre algunas personas, que asumen que en Seine-Saint-Denis la población es de riesgo. Pero no representan en absoluto lo que piensan los equipos operativos », insiste un empleado.

Cerca del 80% de las instalaciones permanentes de los Juegos de 2024 (piscina olímpica, villa de los atletas, villa de los medios de comunicación, intercambiador de carreteras, piscina de entrenamiento) están previstas en Seine-Saint-Denis. El « legado » de los Juegos Olímpicos a uno de los departamentos en los que históricamente más ha faltado la inversión pública es, a la vez, una promesa a los políticos del departamento y un pilar de la comunicación olímpica.

Por lo tanto, las relaciones entre las autoridades locales del 93 y Solideo son habituales y delicadas. « Con ellos, las cosas van muy bien, están muy cerca de nosotros », responden. Se reúnen cada 15 días en « comités de sitio ». Una vez al mes, Nicolas Ferrand se reúne con Stéphane Troussel, presidente del departamento, y Mathieu Hanotin, alcalde de Saint-Denis. El mantenimiento en París de las oficinas de la sociedad encargada de entregar las obras al otro lado de la circunvalación periférica no molestó al ejecutivo departamental.

Collage contra la destrucción causada por los Juegos Olímpicos de 2024, bajo una marquesina de autobús en Saint-Ouen, en noviembre de 2020. © JL Collage contra la destrucción causada por los Juegos Olímpicos de 2024, bajo una marquesina de autobús en Saint-Ouen, en noviembre de 2020. © JL

A pesar de su título de director de relaciones institucionales, Benoît Piguet no participa en estas reuniones. Tanto es así que cuando el departamento quiso ponerse en contacto urgentemente con Solideo a principios de abril, tras la suspensión de la construcción de la villa de los medios de comunicación por los tribunales, la oficina de Stéphane Troussel no conocía el número de móvil del responsable de la Drics.

Sin embargo, no faltan los temas delicados de discusión entre los actores institucionales. Por ejemplo, el traslado de los 224 residentes de un albergue de trabajadores inmigrantes para ceder el espacio a un edificio de servicios y oficinas construido por Eiffage y Nexity en la futura villa de los atletas. Para Solideo, fue Isabelle Vallentin, la número 2, la que siguió las negociaciones en el seno del comité de dirección creado para organizar su salida a las naves modulares. Los habitantes con los que se entrevistó Mediapart destacan su forma de hablarles, a pesar de su total desacuerdo con las condiciones de su traslado.

Para el departamento, el núcleo de la relación con la empresa encargada de preparar los JO se refiere a la « inserción social » de las obras. Están obligados a firmar el 25% de los contratos con empresas muy pequeñas y pymes de la zona y a reservar el 10% de las horas de trabajo para los habitantes del distrito 93 a los que resulta difícil encontrar un empleo. A finales de febrero, de los 150 millones de euros de contratos ya adjudicados, se alcanzó el 30% del objetivo pequeñas empresas-pymes, según nuestras informaciones. Y el 9% del objetivo de inserción, para un total de 398 contratos.

¿Podrían haber sido más altas estas cifras? ¿Le ha faltado determinación o compromiso a Solideo? Preguntado al respecto, el departamento de Seine-Saint-Denis considera que « los objetivos se ajustan a lo previsto y que no hay ningún retraso. Estamos más bien en una buena dinámica ». Pero en el caso de las profesiones de servicios (seguridad, restauración, limpieza, recepción, etc.), la mayoría de los contratos están pendientes de adjudicación.

Nicolas Ferrand, director general de Solideo, solía empezar sus reuniones contando el número de días que faltaban para la fecha de entrega de las obras. A petición de las autoridades locales, añadió el cálculo del número de puestos de trabajo creados, con el fin de poner de relieve las cuestiones sociales que están en juego para la región y mejorar sus relaciones diplomáticas.

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Para este artículo, hemos hablado con 21 personas, con las que nos hemos reunido en persona o contactado por teléfono, a veces en varias ocasiones. Casi todas pidieron mantenerse en el anonimato para no ver peligrar su puesto, o el de sus colegas, ni interferir en la organización de los Juegos Olímpicos. Varios de los testimonios recogidos están respaldados por documentos que hemos podido consultar.

Contactamos con Solideo el 6 de abril, para proporcionarles la información recopilada durante nuestra investigación. De acuerdo con su solicitud, el 12 de abril le enviamos 24 preguntas específicas. Nuestras preguntas se referían tanto al comportamiento de los empleados (con preguntas al respecto) como a la reacción del organismo público ante las disfunciones internas.

Solideo nos contestó por escrito el 16 de abril.

El organismo público no nos comunicó si los empleados afectados discutían nuestras informaciones. Por ello, nos pusimos en contacto con varios de ellos individualmente para conocer su versión de los hechos.

Jean-Marc Vidal, comisario encargado de la seguridad en Solideo, no respondió, debido a la investigación interna en curso. El director de la Drics, Benoît Piguet, no respondió a nuestras llamadas.

El Ayuntamiento de París respondió a nuestras preguntas por teléfono el jueves 15 de abril y el departamento de comunicación del primer ministro por correo electrónico, el viernes 16 de abril.

El interventor general económico y financiero (CGefi) que alquiló los chalets de Valmorel no respondió. Su mujer, que también se encarga del alquiler de los chalets, no quiso responder cuando la llamamos.