Este año, la compañía eléctrica pondrá en marcha su primer parque eólico marino en China. Su socio local, el gigante China Energy, es el segundo mayor contaminador climático del mundo. También junto a esta firma, el grupo francés posee centrales eléctricas de carbón hipercontaminantes que debían cerrarse en 2020.
Se trata de un contrato que pasó relativamente desapercibido. El 25 de marzo de 2019, con motivo de la visita de Estado del presidente chino Xi Jinping a París, la prensa francesa prefirió rendirse ante el gigantesco pedido chino de 300 Airbus.
Pero esta compra monstruosa ocultó el hecho de que, bajo los oropeles del Elíseo, el máximo responsable de EDF, Jean-Bernard Lévy, y el presidente del grupo energético China Energy, Wang Xiangxi, habían sellado el mismo día un acuerdo comercial bajo los aplausos de Emmanuel Macron y de su homólogo chino.