Bangui (República Centroafricana).- En el momento de la colisión, antes de perder el control de la scooter y caer en la carretera, Aurore Zengaïs tuvo tiempo de gritar: « ¡Jesús! ». Eran las 9h40 de la mañana de un sábado de septiembre de 2015 y Zengaïs subía la larga avenida de los Mártires de Bangui (República Centroafricana), en dirección a su oficina, en el ministerio de Asuntos Sociales.
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