El escudo de España tallado en bronce que preside el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, obra del escultor valenciano Mariano Benlliure, será testigo durante los próximos meses de uno de los juicios más mediáticos que se recuerdan en democracia. Después de casi dos años de investigación, este martes arranca en el Alto Tribunal el juicio contra los doce dirigentes independentistas encausados por la aprobación de las denominadas leyes de desconexión, las protestas frente a la Consellería de Economía, la celebración del referéndum ilegal del 1-O y la declaración unilateral de independencia –la famosa DUI– aprobada en el Parlament el 27 de octubre de 2017. A lo largo de tres meses, las defensas buscarán desmontar las acusaciones de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos que penden sobre la docena de acusados. La gran mayoría lo hará, sin embargo, con la vista puesta en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el escenario donde se muestran convencidos de que se desarrollará la batalla final. España, mientras tanto, trata de mejorar la imagen de la justicia en el exterior.
Está suscrito?
Iniciar la sesión
No está registrado?
Registrarse
Elija una oferta de suscripción para leer todo Mediapart.
Registrarse