Trump y su gente son particularmente descarados en practicar aquello de que la verdad es sólo lo que digan ellos, pero tampoco se lo han inventado, Goebbels ya lo desarrolló en los años treinta. Lo grave es cuando el embuste contra las fake news en Internet procede de un medio que se jacta de ser serio.
Cuentan que cuando un ministro, subsecretario o gobernador le planteaba algún problema de gestión en su despacho de El Pardo, el general Franco solía responderle: « Haga como yo, no se meta en política ». Aunque hubiera acaudillado un golpe de Estado y llevara décadas gobernando a su albedrío, Franco estaba convencido de que lo suyo no era política. Política era lo de los otros, los judíos, masones y rojos eternamente empeñados en destruir la sagrada unidad de España. Lo suyo, en cambio, sólo era el cumplimiento de una misión divina: salvarla.