La URSS ya no existe, pero la idea de imperio, o al menos de potencia, permanece. Hete aquí la primera conclusión que se puede concluir de la conferencia de prensa que dio Vladimir Putin el pasado día 4 de marzo. Para comprender la violencia de la crisis entre Rusia y Ucrania –« la crisis más grave desde la caída del muro », en palabras de Barack Obama–, hay que intentar analizar lo que han obviado europeos y americanos : hasta qué punto para la identidad rusa es clave la relación con Ucrania.
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