New York (Estados Unidos).- Bajo las palmeras de Mar-a-Lago, en su majestuosa casa de Palm Beach, Florida, Donald Trump se dispone a tomar las riendas del imperio familiar. Oficialmente, delegó su gestión hace cuatro años mediante la creación de un fideicomiso controlado por sus hijos. El objetivo en ese momento era evitar los conflictos de intereses. En realidad, hasta su salida de Washington el pasado 20 de enero, el expresidente no dejó de mezclar sus intereses privados con el ejercicio de sus funciones públicas.
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