Donald Trump se dispone a celebrar su primer aniversario como 45º presidente de Estados Unidos en el ruido y el fragor de Washington. Para hacerse una idea de los daños ocasionados en Estados Unidos, en sólo 12 meses de Presidencia Trump, se puede observar lo que sucede en otros países. En China, por ejemplo. Acaba de clausurarse el XIX Congreso del Partido Comunista y Xi Jinping, presidente y secretario general, sale reforzado, casi dotado de plenos poderes: ni una palabra discordante, ni la menor divergencia, un aparato remodelado cómodamente. El presidente chino, que puede aspirar tranquilamente a un tercer mandato que le mantendría en el poder hasta 2027, está a punto de convertirse en el dirigente más poderoso del mundo.
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