Por primera vez desde 1972, no hay corresponsales australianos en suelo chino. El lunes 7 de septiembre, Bill Birtles, establecido en Pekín como corresponsal de la televisión ABC, y Mike Smith, que trabajaba desde Shangái para el Australian Financial Review, se subieron a un avión de regreso a su país por temor a ser arrestados por las autoridades chinas.
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