En sus últimas recomendaciones, la Comisión Europea invita a los Estados miembros a reanudar las devoluciones de los demandantes de asilo a Grecia, amparándose en la Convención de Dublín. La aplicación de este reglamento comunitario se encuentra en suspenso desde el año 2011.
Se trata de una recomendación que ha pasado desapercibida entre las montañas de comunicados que se emiten a diario en Bruselas. Sin embargo, no se trata de una cuestión menor para Grecia y pone de manifiesto lo absurda que resulta la política migratoria europea. El miércoles 8 de diciembre, la Comisión Europea invitó a los Estados miembros a reanudar las expulsiones a Grecia de demandantes de asilo, en cumplimiento de la Convención de Dublín. Este acuerdo establece que todo migrante debe permanecer en el primer país al que llega a la Unión Europea y presentar allí la demanda de asilo correspondiente.