La decisión de Washington, París y Londres de castigar al régimen de Bashar al-Assad por el ataque químico en Duma, con el bombardeo de tres instalaciones relacionadas con su programa de armas químicas el pasado sábado 14 de abril, puede traer consigo importantes consecuencias. La operación puede desestabilizar aún más a la región y desembocar en una confrontación entre Estados Unidos y Rusia.
El presidente francés, elegido con un programa equilibrado entre el liberalismo y lo social, ha olvidado este segundo pilar para poner en marcha políticas clásicas basadas en reformas neoliberales.
En un ambiente de creciente tensión, con protestas en la calle, los partidos rediseñan sus estrategias en busca de una solución que permita salir del impasse en el que ha entrado la política catalana. Análisis de Fernando Varela, periodista del diario infoLibre, socio editorial de Mediapart en España.
Durante más de seis años, el poder político francés ha dado la espalda constantemente al caso Sarkozy-Gadafi, descartando incluso la hipótesis de crear una comisión de investigación parlamentaria sobre la evolución de las relaciones entre París y Trípoli. Sin embargo, el inmovilismo político no ha impedido que Nicolas Sarkozy sea imputado. El miércoles 21 de marzo, tras 25 horas de interrogatorio, el expresidente francés quedó en libertad, pero bajo control judicial, siendo acusado de corrupción pasiva, financiación ilegal de campaña electoral y desvío de fondos públicos libios.
En los últimos 15 años, en todos los continentes, varios jefes de Estado autoritarios han puesto fin a la limitación de mandatos. El último en dar el paso ha sido el mandatario chino Xi Jinping. Sin olvidar a Vladimir Putin quien, respetando escrupulosamente la Constitución, ha conseguido convertirse en el hombre providencial del que Rusia no puede prescindir.
Forma parte de las raras historias de la era Trump: a menudo criticado por recurrir a la vigilancia indiscriminada o por los golpes bajos asestados a la izquierda americana, el FBI se erige en muro de contención frente a Trump.
Este mes de febrero de 2018, Francia haría bien en honrar a la Retirada, el exilio masivo de quienes, huyendo de Franco, fueron encerrados en campos de la III República y después bajo el régimen de Vichy, antes de participar en la Resistencia y en la reconstrucción del país.
El pasado miércoles 14 de febrero, Nikolas Cruz, de 19 años, acabó con la vida de 17 personas en un instituto de Florida. Una enésima matanza en el país con más armas de fuego por habitante del mundo. Como sucede en la gran mayoría de los tiroteos masivos, el asesino es un hombre. Como a menudo, es blanco y está relacionado con la extrema derecha.
La película de Steven Spielberg « Los archivos del Pentágono » es una nueva ilustración: en el cine estadounidense, el periodismo es un protagonista heroico de la democracia. Este imaginario contrasta con las recurrentes cábalas que afronta el periodismo independiente en Francia.
Todo los males de nuestras democracias parecen contenerse en dos palabras: « fake news ». Detrás de la ilusión de un diagnóstico, la expresión funciona como una coartada para una censura estatal que oculta los motivos del descrédito de la palabra pública y su historia desde 1990.