Incluso antes de su investidura, Donald Trump empezó ya a monetizar su presidencia, consiguiendo en pocos días varios miles de millones. Es un cambio radical, que ilustra el asalto del sector privado al poder monetario en detrimento del poder mundial del dólar.
Escasez de gas y electricidad, fábricas paralizadas, escuelas y oficinas gubernamentales cerradas y una moneda que se desploma. Tras su debacle en Siria, Teherán está ahora inmersa en una crisis total a la espera de la llegada de Trump a la Casa Blanca.
Antes de que el presidente electo tome posesión de su cargo, los mercados bursátiles ya han iniciado una vasta reconfiguración. Los acreedores están decididos a hacer valer sus puntos de vista e imponer sus intereses, “cueste lo que cueste”.
A través de su red social, realiza comentarios incendiarios sobre el Reino Unido y sobre el Gobierno laborista. En su intromisión en la política británica, el multimillonario carga también contra el líder de la extrema derecha Nigel Farage.
Fallecido este martes a los 96 años, fue el despertador de las pasiones ultraderechistas del país. Quizás a los más jóvenes les cueste entender hasta qué punto fue divisivo el hombre al que se bautizó como “el diablo de la República”.
El líder ruso también ha perdido su reputación de socio fiable y leal al dejar caer a Bashar Al Assad. El futuro de la política rusa en Oriente Próximo está ahora en manos de los nuevos dirigentes sirios.
Ucrania teme que el futuro presidente de Estados Unidos la obligue a firmar con Moscú un acuerdo de paz demasiado desfavorable. La administración ucraniana está multiplicando sus iniciativas y contactos diplomáticos, tanto oficiales como extraoficiales.
Alemania, Italia y Suecia han decidido congelar las solicitudes de asilo sirias y Austria incluso quiere expulsar a los refugiados sirios de su territorio. En Francia, el ministro del Interior en funciones también quiere una “pausa”.
Antiguo paladín de la lucha contra las faltas de ejemplaridad en la vida pública, ahora hace declaraciones polémicas en defensa de implicados en escándalos político-financieros. El nuevo inquilino del Hotel Matignon se halla a la espera de un juicio por el caso de los asistentes del MoDem en el Parlamento Europeo.
Su desaparición marca el colapso del sistema penitenciario instaurado por un clan sanguinario, que había hecho de las cárceles su herramienta central de represión. Las denominadas 'cámaras de sal', rudimentarias morgues alternativas a las cámaras frigoríficas, se crearon después de 2011 para seguir el ritmo de las matanzas y amontonar los cadáveres de los presos.