Los palestinos de Cisjordania se sienten abandonados ante las incursiones del Ejército israelí y los ataques de los colonos. No pueden contar con la Autoridad Palestina, una entidad creada hace treinta años, ahora impotente y desacreditada.
El escritor italiano comenta con Mediapart, socio editorial de infoLibre, su opinión sobre la situación política francesa tras los resultados de las elecciones del domingo. En base a la experiencia italiana, da a los franceses algunos consejos sobre lo que deben esperar a partir de ahora tras haber parado, de momento, la ola ultraderechista.
La página Réseau libre ha pedido deshacerse de las "chusma con toga" comprometida contra la Agrupación Nacional. La misma web ya había amenazado de muerte a periodistas de Mediapart después de que se publicara una investigación al respecto.
La disolución de la Asamblea ha hecho que pierdan su mayoría relativa aunque, como consecuencia de las retiradas, la coalición presidencial conserva 150 escaños. El resultado presagia una división interna en torno a si deben ofrecer o no a la izquierda una coalición o si, por el contrario, se abrazan a otras fuerzas de la derecha.
De Amiens a Avignon, de los militantes insumisos a los votantes de derechas, el domingo por la noche todo el país se ha llenado de un orgullo escéptico. Pero el entusiasmo sigue siendo comedido ante el gran crecimiento de la extrema derecha en muchas partes del país.
"Los británicos ven en Keir Starmer a alguien que no es tan excitante como Boris Johnson, pero que aportará orden y calma a la política", explica Patrick Diamond, ex asesor político de Tony Blair y Gordon Brown. El nuevo primer ministro tiene intención de ponerse manos a la obra desde el primer día, quiere dar la imagen de un político eficaz de inmediato.
La evolución política en Estados Unidos sirve de espejo en Francia, y viceversa. La izquierda ha perdido al electorado no universitario fuera de las grandes ciudades. La derecha ha consolidado su hegemonía cultural con la ayuda de unos medios de comunicación complacientes, cuando no totalmente implicados.
Son enfermeras, asistentas o cajeras, friegaplatos de restaurantes, guardias de seguridad o personal de mantenimiento de trenes o trabajadores con acento. Todas esas personas tienen en común que son objeto de un racismo descarado en un momento en que la extrema derecha se dispara en Francia.
La competición política sigue estructurada en torno a tres polos, cuyos pesos respectivos van cambiando desde las últimas elecciones. La extrema derecha fue este domingo la gran vencedora, mientras la izquierda sigue congelada al mismo nivel desde 2017 y se arriesga a seguir siendo el "tercio excluido" del poder.
Un día antes de las elecciones generales del 4 de julio, figuras de la izquierda laborista denuncian la recentralización del partido y el despido de muchos de sus candidatos. Owen Jones, columnista en 'The Guardian', explica a Mediapart por qué él y otros han decidido abandonar el partido laborista.