En Francia, un presidente desgastado puede cambiar la situación gubernamental por su propio placer político. Este presidencialismo nos embrutece e infantiliza. En una democracia inteligente y adulta, estos cambios serían el resultado de elecciones colectivas, las de la mayoría parlamentaria o del partido mayoritario.
En plena pandemia, el diplomático echó a la calle a una pareja de empleados domésticos de origen ucraniano, después de haber viajado a España para buscar a sus sustitutos filipinos, violando las normas de confinamiento. El ministerio de Asuntos Exteriores de España ha decidido destituirle.
Grégory Doucet y Bruno Bernard conquistaron la ciudad y la metrópolis de Lyon con un éxito incontestable. Su abrumadora victoria –si bien empañada por una abstención histórica- se explica tanto por el ascenso de los ecologistas a nivel nacional como por las divisiones de sus oponentes.
Según las escuchas judiciales a las que Mediapart ha tenido acceso, Michel Platini, implicado en varios affaires relacionados con la FIFA, afirmó en 2019 que Emmanuel Macron se había comprometido a « ayudarle » judicialmente. El presidente de la República también recibió discretamente a quien fuera Balón de Oro en el Palacio del Elíseo, en presencia del periodista Jacques Vendroux, quien asegura que sus asuntos legales fueron evocados. El Elíseo desmiente.
La pandemia del coronavirus ha tenido un efecto lupa sobre una nueva forma de tiranía que se despliega a escala mundial. Sigue expandiendo su imperio, en Estados Unidos, Brasil, Filipinas, Reino Unido, Italia... En Francia, todavía no se ha encarnado en una figura política. Pero muchos bufones sienten crecer sus alas hasta el punto de perturbar al Palacio del Elíseo.
El domingo por la noche, el partido presidencial sufrió un fuerte revés electoral. Ahora, Emmanuel Macron quiere pasar página lo antes posible e intentar relegitimarse en un campo de ruinas. Entre sus partidarios, algunos ya no creen en su estrategia.
El tribunal ha desestimado las sospechas de sobrefacturación de los kits de campaña, pero condena al equipo del micropartido de Marine Le Pen y a su prestatario Frédéric Chatillon por « estafa ». También condena a la formación de extrema derecha por « encubrimiento del abuso de bienes sociales ».
Treinta y cuatro años después de su muerte, la investigación del asesinato del primer ministro sueco ha sido cerrada. Se trata de una oportunidad única para echar la vista atrás y analizar esta figura de la socialdemocracia europea, encarnación de su grandeza perdida y también de algunas de sus renuncias.
Ante la presión y la controversia, los líderes de la liga profesional (NFL) han dado un giro de 180 grados. El jugador Colin Kaepernick, considerado un paria desde 2016 por protestar contra la violencia racial y policial poniéndose de rodillas, podría ser rehabilitado.
¿Qué clase de mundo habitaremos pasada la tormenta? ¿Un nuevo capítulo del libro kafkiano y orwelliano que la humanidad está escribiendo en lo que llevamos de siglo XXI; un nuevo paso por la senda del capitalismo salvaje, el autoritarismo político y el apocalipsis climático? ¿O, por el contrario, el comienzo de una regeneración que haga compatibles las libertades individuales con la primacía del interés general sobre el particular?